9.09.2007

Oficio 0203077-E

RTAF C, a 31 de marzo

Estimado señor M
Me ha pedido, esta mañana, una justificación válida para mis faltas al trabajo durante los últimos dos meses y por eso entonces, me quitaré la corbata ante usted en el afán de sostener el ingreso que si precario, me da un lugar entre mis contemporáneos.
He faltado porque no duermo en las noches y cuando esto ocurre las mañanas no alcanzan para llegar al autobús, pero además saben a tabaco, la garganta reseca de treinta años más esa lentitud que contagia al apetito, o llegado el momento, lo convierte en un desconocido que llega a casa permitiéndoselo todo. No sé si alguna vez le he contado que cometí algunos de los errores fatales de mi vida precisamente en esa situación… recuerdo un aeropuerto de madrugada, un amante sentado en el piso, mi pie estrellándose en su rostro…
En fin, señor M, como le explicaba, los desórdenes alimenticios me han puesto débil, por eso dejé los torneos de fútbol ahora que estábamos por calificar para el campeonato; pero esos desórdenes también provocan trastornos en otros ámbitos, usted me ha visto trastabillar cerca de la copiadora y, esto es personal, hasta el amor se ha complicado tanto, que pendo de él como de un tallo de rosa sobre el vacío.
Un ánimo como éste, comprenderá, es una rata herida en las aguas caprichosas del azar, así que es común verme perder en los altercados con los desconocidos (se ha quejado usted por falta de interés en la competencia, no es tal: es el fracaso que se anticipa, y que a diferencia de usted, yo conozco) y peor, con los pocos amigos que tenía, incluidos los dos que trabajan en la oficina.
Por esto último, señor M, tengo ahora la sensación de que la oficina es un congelador, ya sabe, una lámpara frente a nosotros, que esperamos al hombre de manos tintas para que abra la puerta y nos vea colgados; sé que es una imagen exagerada, pero me atormenta cuando no puedo levantarme porque la noche anterior se hizo madrugada y además los descuentos al salario (por las faltas, justificados, claro) me dejan seco y como no hay a quién pedirle un favor, tampoco tengo dinero para el pasaje del subterráneo, y cómo voy a llegar una hora tarde al trabajo porque he caminado, si la puntualidad es el fundamento de la empresa. No puedo, así que falto, por eso falto.
Espero mis razones y la promesa de un mejor rendimiento sirvan a usted para considerar mi permanencia en D & V Company. Le dejo mis mejores deseos y una felicitación anticipada por su próximo cumpleaños.

G.G-B
Vendedor 089769-B de la Oficina Central