10.03.2007

Carta a R


Un amigo me dice hola desde más allá de la mitad del mundo; le recuerdo como recuerdo al mar, porque es imposible otorgarle un rostro y sin embargo, puedo ver a la gente que lo mira desde la oscuridad de una butaca, luces de media luna fijas en un par de manos que tampoco podría describir pero cuyo vuelo produjo aquella vez un temblor en el terciopelo rojo de un teatro en que alguna vez bailé, cuando era niña